La inclusión es un punto de partida, no un fin. Pero el sistema escolar, en términos generales, todavía está en una etapa de transición. Las licenciadas Natalia Veitl y Carolina Bugnone, integrantes del equipo de orientación del Colegio CADS, aseguran que todos los alumnos y alumnas son diferentes, por eso siempre es un error pensar a un grupo de forma homogénea.
En la charla ¿Que hay adentro de la palabra inclusión? que brindaron a través del canal Comunidad CADS, interpretaron a la educación escolar como un proceso de integración. El problema es que a pesar de que hay proyectos establecidos en los que se identifica al alumno o la alumna a integrar, se desarrolla un plan diferente para acompañar su crecimiento. “El concepto de convivencia debe ser la búsqueda para incluir a todos y a todas en el mismo aprendizaje. El error es la idea estandarizada de alumno”, apuntó Natalia.
Existe un sistema educativo y un marco de leyes y reglas que incluyen los derechos de la totalidad de los niños y las niñas. La cadena de instrucciones que orienta al rol docente suele conspirar contra los recursos alternativos que se pueden poner en práctica para incluir, planteó Carolina. El enfoque de derechos está basado en atender a un niño o niña con dificultad (aparente). Sin embargo, hay una demanda de educación igualitaria para aquellos y aquellas que tienen una alta capacidad. Entonces, tanto el concepto de inclusión como el de convivencia terminan siendo globales.
Dentro de una institución educativa, el trabajo docente es colectivo. La clave está en el conocimiento de toda la comunidad sobre las características individuales. Desde la maestra o el maestro hasta quien atiende el buffet tiene el compromiso de brindar las herramientas necesarias, agrega Bugnone.
Más allá de que haya personas involucradas –directa o indirectamente– en la educación que no estén formadas para atender la diversidad, el derecho a aprender tiene que estar garantizado. El camino que proponga la institución es lo que moviliza a cumplir con el trabajo.
Por último, según las licenciadas, la inclusión en clase debe ser acorde al mundo cotidiano. Las familias están constituidas de diferentes maneras y en cualquier conjunto de personas no son todos y todas iguales. En esa línea, la inclusión debe ser el punto de partida para la aceptación de cada uno o una tal como es.
