Grandes lingüistas como Noham Chomsky ya han dejado en claro que el lenguaje y la capacidad de pensar (ya lo definiremos) están intrínsecamente relacionados. Quienes trabajamos la lengua en el aula, no podemos ignorar esta premisa.
Enseñar gramática ignorando que estamos invitando a los y las alumnos y alumnas a (re) pensar (se) es un desperdicio total del potencial que tiene nuestro trabajo en el aula. Ahora bien… ¿A qué nos referimos cuando hablamos de pensar? Desde mi perspectiva, pensar es entender no sólo el mundo que nos rodea y cómo funciona sino también qué lugar ocupamos en él y cómo nos relacionamos con nuestro entorno. Entonces, podríamos decir que pensar no es un ejercicio individual ni aislado del entorno. Ahí es donde Chomsky me suelta la mano, pero bueno… uno a veces tiene que contradecir a sus ídolos.
Cuando hablamos de pensarse en nuestro entorno, me estoy refiriendo, de una forma u otra, a nuestra cultura. Siempre que hablemos de lenguas, no podemos ignorar la cultura que la acompaña y, en consecuencia, la identidad de los y los hablantes. Está claro que el inglés es hoy por hoy una lingua franca consecuencia del colonialismo y el imperialismo de los últimos siglos. Sin embargo, ¿hablar inglés nos hace cómplices de esa configuración global que reinaba antes de que naciéramos? ¿Hay alguna forma de luchar contra este reinado lingüístico? En mi opinión, sí. Utilizar la triada lengua-mente-cultura para resignificar el uso de esta lengua extranjera es una salida.
¿Cómo hacer, entonces, para hacer valer, repensar, y resignificar nuestra identidad si el medio es una lengua no sólo extranjera sino colonial? La respuesta que yo encontré, en este caso, tiene dos componentes: usar el modo subjuntivo para habilitarnos a fantasear y meternos con un ícono de esa cultura que nos es ajena pero a la vez impuesta. Esta idea se materializó en una pregunta que nos hicimos en el aula: ¿Cómo hubiera sido el guión de la película Volver al Futuro si se hacía en Argentina? Fue así como, mediante la lengua, el pensamiento, y la cultura, jugamos unas horas a ser escritores y le dimos vida a Martin McVuelo en su Renault Fuego con un Dr. Cormillot que lo acompañaba. ¿Hay algo más argentino que eso?
The Doc. Cormillot, Martín, and his girlfriend Yolanda goes to the future. Martín has to stop his son from participating in a robbery at the Villa 11-14. If he participates in the robbery, he will go to Batan´s jail.
Yolanda is taken to her home by thr B.A police department.
Young Bife wins all the matches.
Martin´s mother marry Bife. His mother, Laura, wouldn´t be married to Bife, if her husband was alive.
Martin goes to 1955 to steal the almanac with all the results of the PRODE. He takes the magazine to route 2. He burns the almanac.
The car, a Citroen 3 C.V. disappears. Martín has to find the Dr. Cormillot to go to the future.
by Martín Loustau
Teacher: Jazmín Aga