Este último año se puso en discusión, con argumentos muy sólidos, el avance de las tecnologías y la hiperconectividad en las aulas. Parece que las pantallas no aportaron mucho más que una notable eficiencia para dinamitar los niveles atencionales de los estudiantes.
En esta misma línea de diagnósticos y conclusiones volvió al centro de la escena la escritura a mano alzada. En el inicio del siglo, allá por el 2000, se dijo cualquier barbaridad sobre seguir machacando con la escritura tradicional. Hasta se la tildó de estupidez, dado que la escritura estaba evolucionando hacia la digitalización, las notas de voz y el uso casi exclusivo del teclado.
Bueno. Parece que esto también está volando por los aires. Investigaciones recientes de equipos profesionales –entre los que se destacan las voces del doctor Alejandro Andersson, médico neurólogo, director médico del Instituto de Neurología Buenos Aires (INBA), y de Melina Furman, bióloga y máster y Dra. en Educación– demuestran que cuando escribimos con la mano los movimientos necesarios para formar las letras se enlazan con las imágenes mentales de esas formas. Por eso, escribir ayuda a recordar la ortografía de las palabras: activamos esas imágenes de manera más efectiva en nuestro cerebro. Además, también nos permite mejorar nuestra comprensión lectora.
Es eso y mucho más. Los siguientes son nueve datos sobre escribir para tener en cuenta dentro de las aulas:
1- Mejora la retención y el aprendizaje: Escribir a mano requiere más tiempo y esfuerzo, lo que puede ayudar a consolidar la información en la memoria a largo plazo. Este proceso involucra habilidades motoras finas y coordinación ojo-mano, lo cual estimula más áreas del cerebro en comparación con la escritura digital.
2- Desarrolla habilidades motoras finas: La escritura a mano ayuda a mejorar la coordinación y las habilidades motoras finas, especialmente en los niños. Este desarrollo es importante para otras tareas que requieren precisión manual.
3- Fomenta la creatividad: Escribir a mano puede estimular la creatividad. La libertad de dibujar, hacer garabatos y anotar ideas de manera fluida puede llevar a conexiones y pensamientos innovadores.
4- Reduce el estrés: La escritura a mano puede ser una actividad relajante y terapéutica. Mantener un diario, por ejemplo, puede ayudar a las personas a procesar emociones y reducir el estrés.
5- Mejora la concentración: Al escribir a mano, se tiende a estar más presente y enfocado en la tarea, ya que no hay las mismas distracciones que cuando se utiliza un dispositivo digital.
6- Potencia la capacidad de planificación y organización: Tomar notas a mano puede ayudar a organizar ideas y estructurar pensamientos de manera más clara y efectiva.
7- Facilita la comprensión lectora: Las personas que toman notas a mano suelen tener una comprensión más profunda del material, ya que tienden a resumir y parafrasear en lugar de transcribir textualmente.
8- Fomenta la reflexión: El acto de escribir a mano puede ser un proceso más reflexivo, permitiendo a las personas pensar detenidamente sobre lo que están escribiendo.
9- Fortalece las conexiones neuronales: La práctica regular de la escritura a mano puede fortalecer las conexiones neuronales y mantener el cerebro activo y saludable, lo que es beneficioso a lo largo de la vida.
A partir de estos datos, es importante planificar y desarrollar ejercicios que incorporen la escritura a mano como parte central del trabajo, tanto en chicos que están en el proceso de aprender a leer y escribir, como en estudiantes avanzados que, a esta altura de las circunstancias, están completamente atravesados por la tecnología y la inmediatez.
Un lápiz, una hoja. Dos tecnologías que parecían superadas. Volvieron con más argumentos que nunca.
