Lo primero es una aclaración que parece simple, sin embargo, es uno de los mayores desafíos pedagógicos que se pueden plantear. Se habla de hábitos, dice el Lic. Diego Cavalli. Los hábitos están relacionados con el deber. En el deporte y los chicos, tiene más fuerza hablar de deseo. El deseo está relacionado con el placer. “Los chicos y las chicas tienen que hacer deporte porque realmente quieren. Ahí está el cambio, en el pasaje del deber al querer”, agrega.
Curso: La iniciación deportiva: una mirada actual
Su charla La enseñanza de las prácticas deportivas de conjunto: enfoques, problemas y desafíos busca estrategias para que los chicos tengan ganas de moverse. La propuesta –aclara– abreva en situaciones lúdicas básicamente. No son situaciones extraordinarias ni revolucionarias. Cualquier clase de didáctica sugiere que lo primero es hacer un diagnóstico, después planificar, desarrollarla y evaluar. “Acá no venimos a romper con el marco teórico. Con cosas simples bien hechas vamos a ser coherentes entre el discurso y la práctica”, dice.
El primer desafío que tienen la enseñanza de los deportes, señala Cavalli, es revisar las representaciones sobre las buenas prácticas. Porque hay quienes todavía no están trabajando en la enseñanza como profesores de Educación Física. Entonces no pueden revisar sus propias prácticas, pero sí sus representaciones. “En ese marco seleccioné este pez naranja que va en sentido contrario al cardumen. Aquellos profesores que pueden revisar sus propias prácticas nadan contra la corriente. Con sus ventajas y sus desventajas”.
Según el licenciado, es central preguntarse por qué el profesor de educación Fisica hace lo que hace. Por qué se juega poco en clases de deporte. Y por qué se juega solo al final. La hipótesis que más le gusta, dice, es la de Ángela Aisenstein que sostiene que el deporte fue pedagogizado. A los fines de cumplir con ciertos propósitos educativos se le quitó su esencia lúdica. Se lo acomodó a los requisitos de la época, en especial a la regulación de los cuerpos.
Conocer ese motivo, entre otros, debe movilizar a los docentes a pensar el porqué de las prácticas para correrse de la lógica del Porque siempre se hizo así.
El desafío siguiente debe centrarse en incorporar nuevos enfoques. El objetivo siempre es sumar perspectivas e identificar nuevos problemas. “El enfoque técnico ha monopolizado la enseñanza. Es momento de sumar una mirada estructural, una mirada táctica y una relacionada a lo perceptivo y la toma de decisiones”, explica Cavalli.
Escuchá la charla completa que brindó en nuestro Instituto Superior:
