El rol de la educación física en la escuela se mantiene como temática de debate. La autocrítica de los profesores por no alcanzar la importancia que merece el área y el estereotipo social que etiqueta a un profe son dos puntos de análisis fundamentales para el docente Pablo Migliorata, integrante del staff docente en el profesorado de educación física. Según su punto de vista, es fundamental valorar los proyectos de investigación para la divulgación.
Porque la educación física tiene su propia mirada y su construcción tiene éxito si se realiza de manera colectiva, asegura. Los mejores ejemplos son las experiencias. Migliorata cuenta que desde el 2012, en base a sus clases y el aporte de colegas, escribe en la revista de tirada nacional Novedades educativas: un medio general de la educación donde la educación física ganó un espacio propio.
El hecho de documentar vivencias propias en clase es el pilar más sólido para avanzar en la reflexión sobre cómo y para qué se educa. Y cuáles son las necesidades hoy de un equipo docente y de una institución educativa. Los cuadernos de bitácora o diarios de formación toman el rol de material pedagógico y generan sentido. Los y las docentes, en consecuencia, se transforman en autores de sus propias prácticas, a través de un puente que articula los marcos teóricos y el contexto en el cual trabajan.
El desarrollo de Migliorata en la escritura le mostró otros campos para explorar, como las revistas universitarias donde sus textos son aceptados por referatos, supervisados por un jurado de especialistas. Publicar en estos terrenos tan ajenos, dice, es un triunfo de la materia. Todo comienza en el aula, revisando las prácticas propias. De ahí en adelante, se trabaja el área y se piensa de forma colectiva. “Pinta tu aldea y pintarás el mundo”, dice.
