Su punto de vista ubica a la tradición bajo la lupa. Ya no sirven los viejos métodos de calificar, de bajar un número frío y esperar una respuesta positiva en alumnos y alumnas. El reconocido profesor Domingo Blázquez Sánchez asegura que la evaluación es una parte del complejo mundo de la enseñanza y tiene que ser coherente con el modelo educativo, acompañarlo.
En una charla que brindó a través del canal Comunidad CADS, se enfocó en el caso de la educación física, donde la instancia de evaluación siempre fue discutida. Según explicó, en el siglo veintiuno la educación en general prepara cambios de paradigma, por lo tanto el método de evaluación debe modificarse. La medición del cuerpo y el valor físico son componentes históricos de la calificación. La evaluación, con el alumno o la alumna como sujeto que hay que ayudar a que aprenda, se ha puesto en vigencia desde la última década del siglo pasado y continúa siendo el punto de partida.
Su propuesta sugiere que la evaluación actual no esté exclusivamente orientada a la calificación, porque la medición, aunque siga presente, no ayuda necesariamente a crecer. La evaluación no debería realizarse al final del proceso, sino estar más bien cerca del inicio. Y no sirve que sea peligrosa o negativa para el alumno o la alumna, ni tampoco que no atienda la diversidad del grupo a evaluar. “Hay un falso prestigio de los y las docentes que desaprueban a una mayor cantidad de estudiantes. El secreto de la enseñanza está en enseñar a aprender, antes que superar exámenes”, explica.
El objetivo es ayudar a que el alumnado continúe su aprendizaje. En educación física los nuevos conceptos están dejando atrás a los anteriores. El método cuantitativo forma parte de las patologías y deficiencias del viejo modelo. Por ejemplo, que un alumno desapruebe por no alcanzar la cantidad de abdominales establecidas. La evaluación es necesaria más allá de la calificación, es un universo más amplio. Desde ahí surgen tres conceptos:
- Lo que no se define, no se puede evaluar.
- Lo que no se evalúa, no se puede mejorar.
- Lo que no se mejora, se degrada siempre.
Hoy la evaluación es más compleja y enriquecedora. Debe centrarse en el alumnado y no en los contenidos, generar aprendizajes para la vida. Los alumnos y las alumnas tienen que observar, descubrir, explorar e incorporar como propio el aprendizaje. Blázquez Sánchez propone una evaluación inclusiva y con participación de los mismos estudiantes. Nuevos desafíos para tiempos modernos.
*La charla del profesor Domingo Blázquez Sánchez fue organizada junto a APEF Mar del Plata.