La profesora Daniela Rolón Castelluccio desarrolla el curso de capacitación docente La ESI en la escuela, en el cual analiza propuestas pedagógicas para todos los niveles con el objetivo que los chicos y las chicas conozcan su propio cuerpo, asuman actitudes responsables acerca de la sexualidad, respeten el derecho a la identidad, la no discriminación y el buen trato.
Estos son cinco tips que propone para pensar la ESI y su implementación en las salas y las aulas.
Educación Sexual Integral es aquella que articula aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos. La sanción de la Ley 26.150 en el año 2006, reconoció el derecho de las y los estudiantes a formarse en sus contenidos, y de las y los docentes a desarrollarla en los jardines, las escuelas y los institutos.
Puede abordarse en propuestas pedagógicas específicas, pero su carácter es transversal. Por este motivo, es necesario que trabajemos con las perspectivas desde las cuales ejercemos nuestra práctica en la sala o en el aula, problematizando supuestos erróneos, informándonos acerca de los contenidos que promueve y ampliando los horizontes formativos de aquellos que ya estamos abordando en clase.
Los contenidos que promueve la ESI a nivel nacional, se agrupan en 5 ejes: garantizar la equidad de género, cuidar el cuerpo y la salud, valorar la afectividad, respetar la diversidad y ejercer nuestros derechos. En el trabajo con estos ejes, podemos ver que si bien tienen algunas especificidades, no son inescindibles el uno del otro, sino que guardan estrecha relación y cada vez que abordamos una temática, estamos trabajando con contenidos de más de un eje.
Para desarrollar la ESI en la escuela existen diferentes herramientas y condiciones favorables. Una de las más importantes es la escucha de dudas e inquietudes de las y los estudiantes, y la promoción de la participación estudiantil. Otra, el trabajo en equipo con colegas en dentro de la institución educativa, pero también con las familias y organizaciones de la comunidad.
Conocer, valorar y planificar la ESI en nuestras propuestas pedagógicas constituye un importante derecho de estudiantes y docentes, como también un aporte que enriquece y renueva las prácticas pedagógicas en nuestro sistema educativo, volviéndolas más justas e inclusivas.