Obreras futbolistas, de comunidades originarias, chicas que jugaban a la pelota en los patios de las escuelas, universitarias, mujeres que han luchado y han sido pioneras hoy ven cómo creció el fútbol femenino y es de multitudes.
Recuperar el rol de la mujer en este deporte es parte del proceso de transformación que hoy estamos viviendo. Está claro el potencial del futbol femenino como movimiento social y cultural.
El desarrollo y la maduración físico-social de la mujer estuvo históricamente ligada a comportamientos más verbales que motores, trabajando más la imaginación y la coordinación motora fina. Un ejemplo claro son los regalos que se les hacían a ambos sexos, diferenciándolos siempre, la muñeca o la cocina para la nena y la pelota para el nene. Esto en algunos casos ya ha cambiado y tenemos variabilidad de accesorios y deportes para ambos sexos.
El futbol como deporte debe ser inclusivo y colaborar con la igualdad de género desde la niñez, porque muchos de los problemas con los que contamos en nuestro futbol femenino surgen de esas diferencias.
Problemas con la técnica, falta de eficacia motora que trae aparejados problemas en las posturas corporales durante el juego y lentitud al momento de tomar una decisión, son algunos de los tantos escenarios con los que nos encontramos cuando trabajamos con chicas ya adolescentes o adultas. De todas maneras, por la explosión y exposición que ha tenido el futbol femenino en los últimos años se ha mejorado radicalmente.
Yendo a lo deportivo, es fundamental que tanto nenas como nenes puedan desarrollar la mayor cantidad de estímulos motrices desde edades tempranas. En el proceso de desarrollo de la niña en el fútbol es relevante establecer un enfoque integral, valorándola como unidad biopsico-social.
El fútbol como deporte es una herramienta extraordinaria para el desarrollo integral en esta etapa. La niña interacciona con su cuerpo y movimiento en un ambiente propicio para crear vínculos con sus pares. El fútbol ofrece un escenario inmejorable para que ellas, a través del movimiento, acrecienten sus capacidades físicas, estimulen su capacidad cognitiva y profundicen en las relaciones socio- afectivas. Las escuelas de futbol mixto nos brindan una gran ayuda ante estos aspectos.
La labor de los profesionales en el deporte es hacer que jueguen y entrenen todos y todas de la misma manera, sin diferencias, buscando metodologías acordes a la profesionalización que requiere el futbol femenino en estos tiempos.
Dentro de estas metodologías, para poder brindarle un aprendizaje integral a nuestras deportistas, se encuentra la de Paco Seirul·lo (Estructuras complejas). La deportista está en el centro de todo y se trabaja en aquellos aspectos que necesita para poder desarrollarse. En este sentido, se plantean 6 estructuras:
- Estructura condicional
Relacionado a las capacidades físicas.
- Estructura coordinativa
Lateralidad, disociación de distintos segmentos corporales, ritmo y espacio. Relacionado con eficiencia y eficacia.
- Estructura mental-cognitiva
Auto organización de todas las estructuras, responsable del proceso perceptivo motor.
- Estructura socio- afectiva
Relaciones interpersonales grupales.
- Estructura emotivo volitiva
Sentimiento, estado de ánimo, cansancio, estrés
- Estructura creativo-expresiva
Relaciones interpersonales. Formas de comunicación útiles. El yo en relación al equipo.
Estas estructuras se relacionan entre sí, durante el entrenamiento y los partidos.
por Prof. Ariel Bosotina.
Staff de Capacitación TRAIN Football - Área Fútbol Femenino
