Para jugar al hockey hay que tener bochas, palos, una cancha con arcos y equipamiento de arquero. Además, hay que adoptar una postura cercana al suelo, de la cual derivan múltiples técnicas y un entorno cambiante. Son muchos factores que a primera vista pueden parecer obstáculos. Sin embargo, Felicitas Victorel, docente del profesorado de educación física del Instituto Superior CADS, propone estudiar cada punto para optimizar la enseñanza de este deporte. Junto a los profesores Fernando Scandroli, Verónica Guazelli y Mariana Lanza, revisa estrategias y comparte experiencias en el proceso de iniciación deportiva en las escuelas.
Mariana Lanza, docente del Instituto Superior de Formación Docente N°84, dice que existe un método activo que enseña a través del juego. Esto permite un aprendizaje global del alumno o alumna, con técnica, táctica y toma de decisiones trabajando en conjunto. Su propuesta es ofrecer ejercicios que involucren todos los aspectos del hockey para avanzar en el conocimiento del deporte y sus acciones.
Fernando Scandrolli, también docente del Instituto N°84, analiza el abanico de posibilidades que encuentra el hockey para sumar jugadores y jugadoras. Por lo general, señala, se inician en ámbitos cercanos como sociedades de fomento, talleres o el mismo EMDER, también clubes federados y hasta en espacios para personas adultas. Como dato, apunta que en Mar del Plata ya hay siete equipos masculinos en Primera, lo cual significa un paso hacia adelante, dado que es un deporte mayoritariamente femenino en la ciudad. Conclusión: las posibilidades de empezar hockey trascienden géneros y clases sociales.
El minihockey está destinado a menores de 6 años. Después, hasta los 12, los y las deportistas transitan las categorías octava, novena y décima, y progresan hacia el formato competitivo de 11 vs 11. Frente a ese crecimiento, Verónica Guazzelli, docente del Instituto Superior Quilmes, se detiene en los saberes previos que traen individualmente las y los alumnos. Destaca el valor del trabajo lúdico y la motivación, para que todos y todas se diviertan en la práctica y continúen en actividad.
Con el reglamento completo en funciones, el hockey competitivo presenta un panorama que no debe generar sorpresas. Si el proceso fue el adecuado, la transición desde la etapa formativa es natural. Hay un campo nuevo por explorar en cuanto a técnicas y estrategias dentro de la competencia. En este punto, los y las entrenadoras necesitan generar disfrute a partir de la experiencia. Y el mismo rol para las familias. Si en la etapa de iniciación solo se busca ganar se está conspirando contra el juego y la continuidad en la disciplina.