La licenciada Lorena Zolotarchuk, docente del Profesorado de Educación Inicial en el Instituto Superior CADS, habla de las intervenciones oportunas y el valor de la anticipación. Pero, ¿cómo se genera la percepción necesaria para lograr ese proceso? Junto a la licenciada Erika Chokler y el licenciado Gustavo Beck, debatieron sobre el tema en el canal de YouTube de la Comunidad CADS.
El bebé es recibido por un adulto. La historia de ambas personas sale a la luz en el primer intercambio, dice Gustavo Beck. Desde ese punto, parte la búsqueda del método personal y adecuado para la formación del niño o la niña. Y como no hay un único tipo de bebé, tampoco hay un único adulto. Hay que adaptar, observar y acompañar. Son conceptos claves en la actitud docente que recibe a un bebé identificándolo cómo ser de iniciativas, de comunicación. Según la concepción que tengamos de ese bebé será recibido y se actuará con él. Por eso en la formación docente este punto debe estar muy presente. Para Erika Chokler, un bebé es capaz de sentir y vivir lo que rodea en su cuerpo. Todo nace en ese lugar.
En la formación docente es clave el construir la categoría “mirar , observar” como forma de enseñar plantea Zolotarchuk. La mirada del otro es esencial en la construción del vínculo y la reflexión sobre la práctica. Chokler dice que hay que estar atentos y atentas individualmente, como cuando se les da de comer a los bebés. Que no sea de manera automática, apurados por los tiempos que debemos aprender a gestionar. Hay que intercambiar miradas. La formación sobre el ensayo corporal es clave.
¿Se va a dar cuenta dónde está? Las personas a cargo de las y los bebés están preparadas para generar lugares de confianza y ayudar en los espacios educativos a garantizar que no se van a “perder” en el jardín. Chokler invita a pensar qué mundo le viene a ese bebé del entorno familiar. El entorno institucional se dispone a recibir esas primeras experiencias de relación con el otro o la otra. Los momentos inesperados, miradas o hasta gestos bruscos, dejan huellas. Esa es la experiencia fundamental de las primeras infancias.
El juego es y será la gran herramienta de los niños y las niñas para transitar experiencias nuevas en su vida, como lo es hoy la pandemia, dice Beck. Será necesario que los docentes acompañen a las familias para propiciar el juego individual y con otros. Jardín y familia entramados en la crianza compartida.