La educación contemporánea debe incorporar al juego como recurso pedagógico y darle centralidad. Fernando Gallotti, docente del Instituto Superior CADS en el profesorado de educación inicial y el profesorado de educación física, valora el desarrollo lúdico como herramienta de enseñanza en el ámbito escolar. Y en la vida.
“Estar dispuesto es más importante que estar preparado”, señala en el inicio de la charla La importancia del juego en el Nivel inicial, que desarrolló a través del canal Comunidad CADS, en YouTube. El vínculo con el juego se ha incorporado en el método de trabajo de los y las maestras en el jardín. Ahora el desafío es explorar el escenario que se presenta.
La tecnología es uno de los factores que aparece en el análisis de la situación, especialmente para comparar la involución y la involución del juego. En épocas anteriores, dice Fernando, cuando un niño o niña se aburría en la casa la creatividad se activaba para “desaburrirse” con los elementos disponibles. La creatividad se desarrolla siempre, pero la tecnología está ocupando el espacio del aburrimiento y conspira contra el proceso creativo. Otra involución es el aburrimiento instalado en la adolescencia, avanzando en la edad.
El juego evolucionó y se trasladó de la clase de educación física a las salas. Es una herramienta para enseñar los contenidos en cualquier institución educativa en primera instancia y en otros espacios en un segundo paso. Porque el juego es, además, un agente socializador de empresas y grupos de trabajos: genera sentido de pertenencia y vínculos entre equipos.
Otro punto clave es cómo los y las docentes trabajan una oratoria efectiva para construir imágenes. El momento de presentación de las consignas es clave para su éxito. La capacidad de observar, la capacitación constante en las corrientes lúdicas y la energía dispuesta completan ese combo particular que diferencia cada propuesta.
Por último, y de regreso al concepto de disponibilidad lúdica, Gallotti se refiere de las familias. Es muy importante que se involucren en el juego. Es parte del rol y la propuesta del docente es darles lugar, sumarlas al proyecto educativo. El objetivo es que adquieran disponibilidad, igual que los niños y las niñas.