La pregunta inicial de la charla es un gran disparador de interpretaciones: ¿Mejorar en las evaluaciones funcionales es mejorar en el deporte? El especialista Jorge Gonzalez Guedes, a cargo del curso Evaluaciones fucionales: del movimiento al deporte, dice que no. Que son cosas distintas. Es necesario desarrollar evaluaciones en función del deporte y de las actividades que realizamos, para saber qué hay que corregir. Ahora bien, no es lo mismo. “Hay un montón de cosas intermedias”, señala en una charla que compartió con el equipo de CADS Capacitaciones.
Para el profesor, realizamos las evaluaciones como punto de partida, para tener referencias y saber en qué situación está la persona. Es necesario medir la línea de habilidad y el riesgo, en el sentido estricto de la palabra. Porque si hay riesgo, hay subsanarlo. Hay una guía sobre cómo proceder y minimizarlo. Por un lado, se tienen que maximizar las bondades, y por otro, hay que acompañar en la mejora de la calidad de vida.
“Esa es una de las principales premisas. La gran palabra es la longevidad de la persona. Que esa persona aprenda y pueda durante muchos años administrar sus movimientos sin ninguna consecuencia”, explica.
Otra discusión que aparece en este terreno es de la administración del dolor. Hay posturas encontradas sobre si las evaluaciones funcionales previenen problemáticas estructurales. Guedes explica que hay que hacer todo lo posible para esa persona, con la progresividad que corresponde. Esto previene posibles inconvenientes. Su propuesta es un círculo virtuoso:
1) Estresar a la persona para generar la adaptación.
2) Volver a exponerla.
3) Protegerla.
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