En una clase de fitness, la música es el soporte de los movimientos, el alma. De acuerdo a la disciplina –Aero Local, Step, Ritmos Latinos, Aeróbica, Entrada en Calor, etcétera– el pulso, o bien dicho la cantidad de batidas por minuto (B.P.M), es variable. En algunos casos más lento y en otras más rápido.
Certificación virtual: Instructor en Fitness y ritmos latinos.
Como estamos dictando una clase de ritmos, ya sea de reggaetón, latino o dance, la selección de la música es muy importante. El tema elegido debe estar en sintonía con los movimientos que estamos trabajando y con la secuencia coreográfica.
La estructura de una clase está dividida en tres momentos:
1- Entrada en calor (entre 10 y 15 minutos)
2- Contenido valioso (entre 40 y 45 minutos)
3- Vuelta a la calma (entre 5 y 10 minutos)
Para cada etapa se trabaja una velocidad determinada.
- Entrada en Calor: 130 a 140 b.p.m.
- Aeróbica: 140 a 160 b.p.m.
- Aero Local: 110 a 120 b.p.m.
- Step: 110 a 130 b.p.m.
- Ritmos latinos: 130 a 150 b.p.m.
- Vuelta a la calma: la selección es indistinta.
En esta primera etapa, es fundamental que el profesor haga todo lo posible por incrementar la motivación por la actividad. Se desarrolla a través de los pasos básicos, con movimientos de brazos globales generales y luego más específicos. Se realizan movimientos articulares, de flexibilidad y fuerza en sus diferentes planos de movimiento.
La duración depende de la clase a realizar, del clima y de la hora. Se puede agregar un bloque de preparación física específica o general, con ejercicios de movimientos articulares y una coreografía improvisada o secuencia armada.
La entrada en calor va a variar según el contenido valioso que dictemos después. Si la clase es de Fitness (step, aerobox, localizada) va a ser más sencilla con los pasos básicos y con infinidad de variantes de brazos utilizando los diferentes planos y movimientos.
En cambio, si la clase es de Baile, ya sean Ritmos Latinos (reggaeton, merengue, etc.), los ejercicios estarán referidos al estilo de danza que dictemos y con la música adecuada al estilo que estemos trabajando.
El objetivo de esta etapa puede apuntar a movimientos de fuerza, coordinación, resistencia aeróbica, o específica de un estilo de baile. La o el profe tiene que ser lo más metodológico posible. Tiene que llevar adelante una excelente conducción, anticiparse, señalizar y tener la voz de mando para transmitir con calidad su clase y evitar que el alumno se sienta frustrado porque no puede realizar el ejercicio correctamente.
En este momento, tan importante como los anteriores, se busca disminuir gradualmente la intensidad y paralelamente el ritmo cardíaco del grupo con movimientos simples. La selección musical en esta etapa es indistinta. Pueden ser temas lentos o movidos, de acuerdo al estilo de clase. Lo que se busca es bajar la energía y el movimiento. Se estira, nos relajamos. No importa lo que haya de base.
por Diana Almerares