BLOG CADS

La medicalización del movimiento en adultos mayores y niños

La tendencia al sedentarismo está intacta en la sociedad contemporánea y solo se rompe por prescripción médica. Las señales a tener en cuenta.

04 / 01 / 2024

Jorge está jubilado, tiene 70 años, y casi no hace otra cosa que mirar la televisión y dormir la siesta.

- Yo no voy a ir a ese lugar lleno de viejos donde me dicen lo que tengo que hacer.

Así se expresa cuando sus hijos le proponen ir a un taller para adultos, ya sea para realizar actividad física como ejercicios lúdicos o cognitivos. A no ser que el médico le recomiende empezar a moverse y a participar en nuevos espacios de vinculación social. La falta de ejercicio impacta y muy fuerte en las emociones: puede desencadenar un cuadro depresivo.

Entonces Jorge se acerca a un taller. Pero no porque cree o siente que lo necesita, sino porque el médico le aconsejó. El taller comienza como parte de una rutina terapéutica y no por disfrute o por cultivar el ocio.

Lo mismo pasa con los niños. Hay padres y madres que solo llevan a sus hijos a practicar deporte cuando el médico lo aconseja. Mismo escenario. Misma relación terapéutica.    

Hay que decirlo sin eufemismos: la dependencia de la actividad física a las indicaciones médicas específicas es un problema. Especialmente en estas dos poblaciones, que son las más perjudicadas. Afectan negativamente su bienestar integral.

En los niños y las niñas, restringe el juego activo y las actividades espontáneas, lo cual limita su desarrollo motor, emocional y cognitivo. En los adultos, además, aumenta los riesgos de sufrir enfermedades.

Situaciones a observar en los adultos 

- Se intenta suplir la falta de ejercicio con medicamentos.

- Se interpreta el sedentarismo como un estado de tranquilidad.

- Comienzan a ocultarse síntomas de angustia y depresión.

- Ausencia de nuevas perspectivas y anécdotas en las charlas cotidianas.

- Falta de energía y ganas para hacer cualquier actividad, incluso reuniones sociales.


Situaciones a observar en las infancias

- Obesidad y problemas de salud, por ejemplo respiratorios.

- Desarrollo motor comprometido, imposibilidad de participar en una lógica deportiva grupal.

- Problemas emocionales y mentales, exceso de timidez y ansiedad.

- Problemas en el rendimiento académico, niveles atencionales bajos y dificultad para tomar decisiones cotidianas.

- Habilidades sociales limitadas, esto se observa incluso en las formas de usar el lenguaje oral.

Para contrarrestar esta tendencia, es vital reconsiderar el enfoque del movimiento como parte integral de la vida diaria, no solo como respuesta a indicaciones médicas. Educar sobre los beneficios del movimiento regular, enfocándose en la autonomía y la calidad de vida es crucial para fomentar hábitos saludables desde las edades tempranas hasta la adultez.






BLOG CADS
Instituto Superior CADS - 2
Belgrano 3856
Mar del Plata · Buenos Aires · Argentina

Horario de atención: 08:00 a 19:00