En su libro Pensar rápido, pensar despacio, Daniel Kahneman acuña el término WYSIATI, acrónimo de What you see is all there is. En español: Lo que ves es todo lo que hay. Su uso se puede extender a múltiples campos en los cuales queda en evidencia cuán irracional puede ser la razón y la lógica al momento de tomar decisiones y construir opiniones.
Este término señala que armamos nuestros juicios a partir de la información que tenemos disponible, sin importar la cantidad, la calidad ni la profundidad de esa información. No opinar porque somos conscientes de que desconocemos un tema es un comportamiento fuera del promedio. Por lo general —la psicología cognitiva lo explica en detalle y Kahneman en particular lo desarrolla en un esquema brillante de Sistemas 1 y 2 (emoción, razón; automático, elaborado; rápido, despacio)— caemos en el simplismo de hacer valer lo que conocemos.
Hay incontables ejemplos que aplican a este escenario. Los sesgos cognitivos, descriptos también por Kahneman, enumeran uno por uno esos errores frecuentes. Al momento de tomar decisiones, la mente sólo tiene a mano lo que conoce (o cree conocer). A partir de ahí ensambla una historia que parece coherente. Entonces, un puñadito de datos azarosos nos hace sentir que entendemos el mundo. Creemos que vemos todo lo que hay. Pero sólo vemos lo que vemos y no nos damos cuenta.
Las redes sociales, las estrategias publicitarias, los medios de comunicación y hasta la educación cuando está mal aplicada se valen de estos sesgos para que tomemos decisiones o construyamos opiniones de forma fácil e intuitiva. Y todavía peor: alimentan la sensación de que somos competentes actuando de esta forma. Mejor salir corriendo de esa actitud. Cómo: humildad cognitiva. Ser conscientes de nuestros puntos ciegos y buscar información que entre en conflicto con nuestra visión del mundo. Hoy, con la cantidad de información valiosa que hay a disposición, es fundamental armar un recorrido amplio y racional de lo que consumimos e incorporamos. Tanto online como offline.
